sábado, 8 de junio de 2013

Palimpsesto de ciudades y épocas

Pues se acabó. De vuelta. Bye Bye, hasta otro ratito.
Medio año en la capital inglesa que ha volado literalmente. En esta ciudad frenética. Donde los semáforos peatonales están en verde 3 segundos. En la que, por pavor a atentados y bombas, hay papeleras cada 4 o 5 km. Fomentando el incivismo. La mejor infraestructura de transporte público que he utilizado. Oyster cards. Gente corriendo.

Muchos markets. Vintage, de comida, de libros. Más libros. Increíbles librerías por sorpresa acechando en cada esquina. Museos sin orden ni concierto, sin distribución lógica. El legado de un Imperio. 

Todas las culturas en una ciudad. Barrios más grandes que Barcelona.
Siempre prisas. Atascos con el autobús. Dominar el mundo desde los primeros asientos del piso de arriba del mismo. Pánico generalizado cuando una línea de metro ocasiona problemas así, de repente. Ebooks en manos de todos. 

Donde hemos pasado frío, muchísimo frío, más del que nunca pensamos. Pero también donde el sol nos ha sorprendido felizmente muchos más días de los previstos. 

Universidad inglesa. Aprender porque las cosas funcionan mejor en el resto de Europa. Espabilarte de golpe. 700 páginas de lectura semanales. Y tan pocas horas de clases.
Parques inacabables, tan verdes que incluso la encarnación del antideporte (servidora) se ha motivado a salir a correr. 'Fit motivation' en Regent's Park y Hyde Park.

Comida mala y cafés malos. Los sabidos tempranísimos horarios. Pasión por la comida exótica. Mucho pollo chino y fajitas. Frappuccino happy hour. Ben's y más Ben's Cookies.
Noches en resis más agradables que noches fuera de ella. Pero también muchas noches fuera donde todo podía ocurrir. Ser más ordenada de lo que nadie (yo incluída) habría predecido. 
Multiculturalidad. Españoles por el mundo. Bares y discotecas donde el español es el idioma oficial. Intentar encontrar un bar no-gay en Soho.

Visitas, visitas. Ir a los mismos sitios y que cada vez pase algo diferente. De guía turística por la City. Desarrollo del sentido de la orientación. Google-maps dependencia, por eso.
Street art. Walking tours. Todo muy 'instagrameable'.
Recuperar el inglés. Leer mucho. Conseguir completar la lista de 'cosas que hacer y sitios que visitar en Londres'. 


Todo tan Hogwarts. Y yo más feliz que una perdiz. Gran comedor, andén 9 y tres cuartos, despacho de Dumbledore.
Gente entrañable. Amigas inolvidables. Entender que Samuel Johnson dijera que "when a man is tired of London, he is tired of life." 
Sentirse Harry buscando por primera vez el callejón Diagon. 'You can find all this in London, if you know where to go.' 
Todavía reticente a aceptar que esto se acaba, y pensando que, como dice Chris Martin, "I'll see you soon". Londres, espérame, que en nada estoy de vuelta.


1 comentario:

  1. Yo quiero que me descubras Londres así algún día, suena 'bien' :)

    ResponderEliminar